En Corea del Sur, hacer copias genéticas de perros es un negocio que empieza a florecer. ¿Recuerdan al científico Hwang Woo-suk? En 2005 fue el primero en clonar con éxito a Snuppy, un perro afgano. Sin embargo la reputación de este doctor se vino a abajo en diciembre de ese año tras descubrirse que sus investigaciones con células madre eran un fraude. De esta historia sale a relucir un epílogo bastante peculiar.
Hwang dejó su puesto en la Universidad Nacional de Seúl (UNS), y en 2006 fundó la empresa Sooam Biotech, mientras que los investigadores que trabajaron con él crearon RNL Bio; ambas compañías dicen tener licencias exclusivas para aplicar la tecnología de la UNS que producirá perros en serie. Los ex compañeros de Hwang aseguran que el éxito del proceso se le debe a ellos, y no al controvertido doctor.
En octubre del año pasado, RNL clonó una camada de siete perros, a los que llamó Toppy, derivado de la frase tomorrow’s puppy (mascota del mañana), y entre sus expectativas de negocio está el clonar hasta 100 perros el próximo año.Ahora los dos laboratorios ofrecen paquetes para clonar canes cuyo precio varía entre los 50,000 y los 100,000 dólares; el primer cliente potencial es la oficina de aduanas surcoreana, que desea multiplicar genéticamente a uno de sus mejores perros entrenado para detectar drogas. De acuerdo a sus cálculos, saldría más barato clonarlos que entrenar a toda una jauría.
0 comentarios:
Publicar un comentario