
El entrenamiento de los felinos ya había concluido, pero Ricardo Ferretti todavía se encontraba en la cancha del estadio con Efraín Juárez y al ver al niño lo saludó y lo condujo al vestidor, para que conviviera con el equipo auriazul.La abuela del niño, Teresa Rangel, quien ingresó con él al estadio, comentó que Felipe le va a los Pumas desde siempre y que su ilusión era conocer a los jugadores que ayer ganaron el duelo de ida de la Final ante Pachuca, así que cumplió su sueño. Enlace: mediotiempo.com
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