Fue la fe del Kun, que se partió la cara con Baird, la ganó en la izquierda, junto a la línea de fondo y centró al área pequeña. Ahí llegó el uruguayo, para meter la pierna derecha. La pelota tropezó en Hengeland, botó y entró despacito.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario