Alemania congela su aportación al Fondo Mundial del Sida

Las reacciones tras las denuncias de malversación de fondos vertidas sobre el Fondo Mundial de la Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria no se han hecho esperar. Alemania, el tercer donante más importante, y Suecia han anunciado la congelación de sus aportaciones hasta que se aclare qué ha sucedido.

Según el Fondo, se trata sólo de 34 de los 21.700 millones con los que cuenta y los casos de corrupción están bien localizados, pero algunas informaciones especulan con la posibilidad de que pueda haber muchos millones más 'perdidos'. El escándalo ha provocado la reacción de algunos países que han decidido congelar su aportación hasta que se aclare lo sucedido y se tomen medidas para que no vuelva a ocurrir.

"Me tomo muy en serio las acusaciones de corrupción y de abuso de confianza elevadas por los medios de comunicación contra el Fondo Mundial y espero que la organización pueda aclararlo de inmediato", ha declarado a AP el Ministro de Desarrollo alemán, Dirk Niebel.

"Estamos prestando mucha atención al peligro de corrupción así que antes de realizar nuestra aportación, queremos ver la puesta en marcha de medidas prácticas para combatir este problema", señalaba hace unos días su homóloga sueca, Gunilla Carlsson, en el periódico 'Svenska Dagbladet'.

Hasta que las investigaciones puestas en marcha den resultado, el Fondo Mundial se quedará sin la aportación anual germana de 274 millones de dólares, la tercera más importante, y sin los 85 millones que dona cada año Suecia. Otros países, como Canadá, han hecho pública su preocupación aunque no ha congelado su donación por el momento.

El caso fue destapado por la oficina del inspector general del Fondo, cuyos dirigentes han admitido que hay 34 millones de dólares malversados en cuatro países africanos (Yibuti, Mali, Mauritania y Zambia) que ya han sido reclamados a las autoridades correspondientes.

Por ejemplo, del dinero destinado a Mauritania, el 67% se habría 'perdido', así como el 36% del enviado a un programa contra la tuberculosis y la malaria en Mali o el 30% de los fondos para Djibouti.