Cuando parecía que todo estaba inventado en el ocio digital, con el mando de Wii como máxima innovación, Microsoft decidió acabar con el mando con Kinect, un sensor con tres cámaras que se coloca debajo del televisor. No lo ha matado de manera definitiva, pero sí ha sido una apuesta por un control más natural e intuitivo, haciendo que el cuerpo del jugador, con sus movimientos, sirviera de mando. De esta manera se dejaba de asociar los videojuegos con el ocio pasivo al tiempo que abría un nuevo campo de experimentación.
Desde su lanzamiento en noviembre de 2010 ha vendido 18 millones de unidades. Microsoft quiere repetir el éxito con el ordenador. El gigante del software acaba de anunciar que desde hoy se vende la versión para ordenadores con Windows 7 (y versiones sucesivas) a un precio de 250 euros, 100 euros más que el sensor para videojuegos. La diferencia, según Lidia Pitzalis, responsable de comunicación de XBOX, se debe a la naturaleza del producto: "Nos comprometemos a dar asistencia técnica, soporte y un compromiso de actualización. En la consola se puede ofrecer a un precio más ajustado gracias a que hemos vendido un alto número de unidades".
En este caso el foco no se pone tanto en el aspecto lúdico, sino en las aplicaciones. Kinect para PC se vende sin software, solo el aparato. Sin embargo, desde Internet se puede acceder al SDK, como se denomina al kit de desarrollo de aplicaciones. "Está pensado para desarrolladores" expone Pitzalis, "por supuesto que se pueden adaptar los videojuegos al ordenador o crearlos nuevos, pero también esperamos que sirva para muchas otras funciones. Pensamos que abre el campo a una nueva forma de interacción entre las personas y los ordenadores".
07 febrero 2012
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