Cinismo, un mal para tu salud

Suele demostrar desvergüenza en el mentir o en la defensa y práctica de acciones o doctrinas censurables. Así, en diferentes escalas, es el cínico y, aunque no te reconozcas en dicha descripción, hemos de decirte que todos experimentamos algo de cinismo en algún momento de nuestras vidas. Y he allí un punto al que es necesario comenzar a prestar atención: los juicios que emites sobre lo que te rodea podrían dañarte más de lo que afectan a los demás.

Sucede que un estudio emprendido en la Universidad del Este de Finlandia -y publicado en la revista Neurology- ha arrojado como resultado que esta forma de encarar el mundo tiene una relación directa con las probabilidades de sufrir demencia.

Esta afirmación viene a reforzar anteriores investigaciones en las que se señaló que la forma de ser de cada quien impacta significativamente en su calidad de vida y que los patrones negativos de pensamiento conducen a un deterioro de la salud en general.

El panorama empeora, porque el riesgo de las personas cínicas de ver deterioradas sus capacidades mentales es doblemente mayor que el que corren quienes son más optimistas.

Para comprobar esto, los investigadores finlandeses se centraron a lo largo de toda una década en 622 participantes, cuya edad media rondaba los 71 años. Durante ese período, 46 personas fueron diagnosticadas con demencia. Una vez que los investigadores analizaron otros factores que podrían haber incidido en este estado -como la presión arterial y el colesterol altos, o el tabaquismo- pudieron comprobar que aquellos que presentaban signos altos de cinismo fueron tres veces más propensos a desarrollar demencia que quienes enseñaban bajos niveles.

¿Por qué la demencia persigue al cínico?

La causa exacta por la cual se da esta relación aún es un misterio para los médicos. Una de las teorías esgrimidas es que los cínicos podrían tener niveles más altos de inflamación -factor vinculado al cáncer, derrames cerebrales y enfermedades cardiovasculares-; o que padecen de diferentes niveles de las hormonas involucradas en la presencia del estrés.

Otro problema que afronta esta porción de la población es su profundo descreimiento. En 2009, la Dra. Hilary Tindle de la Universidad de Pittsburgh lideró un estudio en el que se examinó a más de 97.000 mujeres. Su hallazgo -que incluyó un mayor porcentaje de probabilidades de enfermar de cáncer para los cínicos- indicó que su desconfianza les impide seguir los consejos médicos que los ayudarían a conservar o recuperar su salud.

Así que ya sabes, si te consideras una personas cínica, no sería mala idea comenzar a cambiar de perspectiva, aunque seguramente ya estés dudando de todo lo que acabas de leer.