Peter Thrush, presidente de ICANN, ha explicado en CNET que tras reunirse y consultar con los gobiernos hay 23 países que muestran su desacuerdo para aprobar estos nuevos sufijos. El debate tuvo lugar la semana pasada en Bruselas en una consulta formal sin precedentes en los 13 años de historia de la institución. Esta reunión sirvió como toma de contacto a la que tendrá lugar el 13 de marzo en San Francisco.
Los representantes gubernamentales argumentan que de darse de alta estos nuevos dominios perderían influencia frente a las marcas. El año pasado China y sus aliados cuestionaron la forma de proceder de ICANN y sugirieron que tendrían que ser las Naciones Unidas, como organismo independiente y no permeable a las presiones de las grandes corporaciones, la que decidiese sobre los dominios.
De hecho, China llegó a proponer que las Naciones Unidas tuvieran derecho de veto sobre las decisiones de la ICANN y añadir medidas especiales para la creación de dominios cuyo fin es extremadamente comercial, como podría pasar en el caso del .bank. La administración Obama ya pidió en febrero que los gobiernos pudieran vetar la creación de nuevas extensiones.
via elpais.com