Primero fue Microsoft, que a comienzos de este mes decidió retirar su móvil Kin ante la escasa acogida en Estados Unidos. Ahora le toca a Google, que finalmente ha anunciado el abandono de la fabricación del Nexus One, su teléfono inteligente o smartphone lanzado a principios de este año.
Oficialmente, Google se remite a la justificación que dio recientemente su consejero delegado, Eric Schmidt, que en una entrevista con The Daily Telegraph indicó que ya habían conseguido su objetivo de popularizar su sistema operativo para móviles Android, y que no tenía sentido sacar un Nexus Two.
A partir de ahora, Google se centrará en el desarrollo de Android, el sistema operativo propio de la compañía con el que va equipado y que, con apenas dos años de vida, ya se ha colocado como el segundo más usado en el mercado de los smartphone en Estados Unidos. También hará valer su fortaleza en el mercado de aplicaciones a través de Android Market.
Y la todopoderosa Apple tuvo que admitir la pasada semana que su último iPhone 4G tenía serios fallos de diseño en su antena, lo que disminuía seriamente la cobertura. Hace falta una funda para subsanar el problema.
Oficialmente, Google se remite a la justificación que dio recientemente su consejero delegado, Eric Schmidt, que en una entrevista con The Daily Telegraph indicó que ya habían conseguido su objetivo de popularizar su sistema operativo para móviles Android, y que no tenía sentido sacar un Nexus Two.
A partir de ahora, Google se centrará en el desarrollo de Android, el sistema operativo propio de la compañía con el que va equipado y que, con apenas dos años de vida, ya se ha colocado como el segundo más usado en el mercado de los smartphone en Estados Unidos. También hará valer su fortaleza en el mercado de aplicaciones a través de Android Market.
El consuelo de Google es que sus rivales también han mordido el polvo.Microsoft abandonó la comercialización de su móvil Kin, fabricado por Sharp, apenas seis semanas después de lanzarlo en Estados Unidos (en Europa iba a salir en otoño). Sus ventas apenas llegaron a unos centenares de unidades.
Y la todopoderosa Apple tuvo que admitir la pasada semana que su último iPhone 4G tenía serios fallos de diseño en su antena, lo que disminuía seriamente la cobertura. Hace falta una funda para subsanar el problema.