De manera cultural desarrollamos sistemas para diferenciar a las niñas de los niños; por ejemplo el uso de los colores azul o rosa, las muñecas o los carritos. El uso de aretes es también una forma en que culturalmente diferenciamos los géneros. Así que perforar el lóbulo de las orejas de las pequeñas, incluso siendo recién nacidas, es normal en las llamadas culturas de occidente.
En algunas culturas, se opta por esperar a que la niña tenga la edad suficiente como para decidir si quiere o no usar aretes. En México, por ejemplo, responde más bien a una tradición y hasta cierto punto se trata de una costumbre entre las familias mexicanas.
Asimismo, la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) recomienda esperar a que la niña pueda cuidar por sí misma de la perforación una vez que se haya realizado, o a que tenga un cuadro de vacunación más completo, lo cual se da a los dos años de edad.
El dolor no se acentúa con la edad. Una niña recién nacida, al ser tan pequeña, no asimila la experiencia de la misma forma que una niña de 2 o 3 años. Pero, si ya decidiste perforar sus lóbulos, te sugerimos no colocarle aretes grandes o arracadas, porque al jugar, tu pequeña podría hacerse daño. Es más recomendable usar aretes pequeños que estén pegados a la oreja.
Las opiniones se encuentran divididas. No obstante, es un hecho que a la edad en la que decidas tú o tu hija la perforación de sus lóbulos, deberán acudir a un sitio establecido que cuente con las medidas de higiene necesarias y el equipo adecuado. En algunos hospitales se realiza este tipo de perforación a las pequeñas. De preferencia, consulta antes a tu pediatra
02 abril 2014
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