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05 septiembre 2014
Como calmar esas rabietas
Posted By: Rocío Anza - 5:05 p.m.Si tu pequeño llora con tantas fuerzas que hasta le falta la respiración para conseguir algo, puede ser una reacción que te asuste. Sin embargo, este comportamiento resulta inofensivo para el niño, así que descubre cómo hacer frente a estas rabietas.
Probablemente, después de regañarlo o negarte a darle algo, tu pequeño comienza a llorar y lo hace con tal vigor que se queda sin aliento. Este problema también puede acompañarse de otros síntomas que no representan riesgos para la salud de tu pequeño, tales como:
* Coloración azulada
* Pérdida de conocimiento
* Espasmos musculares
* Disminución del ritmo cardíaco
Para aprender a lidiar con esta situación te decimos qué hacer y qué no hacer:
Sí
* Sujétalo junto a tu cuerpo
* Investiga qué desencadenó la crisis
* Observa si el espasmo de llanto sólo aparece en tu presencia
* Comenta con un psicólogo todas las crisis del pequeño
No
* Administres medicinas o calmantes
* Mojes la cara del niño
* Soples en su cara
* Grites
* Le pegues
* Llames a una ambulancia
30 agosto 2014
¡Cuidado! con la depresión infantil
Posted By: Rocío Anza - 11:47 p.m.Depresión infantil
La depresión es un trastorno del estado de ánimo que afecta tanto a niños como a adultos; resulta altamente incapacitante y cursa con un elevado nivel de malestar en ambos casos. Sin embargo, si tenemos en cuenta la falta de madurez emocional y la falta de recursos para manejar sus propias emociones, comprenderemos que en el caso de los más pequeños este trastorno puede ser altamente interferente en su desarrollo.
La prevalencia de la depresión infantil es similar a la de la depresión en los adultos. En este sentido, la Organización Mundial de la Salud estima que un 3% de la población infantil sufre depresión, que representa entre el 10 y el 15% de las consultas de psiquiatría infantil según diferentes autores.
Causas y consecuencias de la depresión infantil
Existe una interacción de distintas variables, tanto de carácter biológico como social, que están presentes en la aparición de la depresión infantil. Sin embargo, es necesaria la existencia de una vulnerabilidad personal, familiar y ambiental que facilite el desarrollo del trastorno.
Entre las principales causas de depresión infantil está el hecho de que el niño no se siente querido por su familia y esto lo generaliza a los demás. En algunos casos esta sensación responde a un sentimiento real (por ejemplo, los padres expresan que no cumple sus expectativas), mientras que en otras no es así, a pesar de que el pequeño así lo entienda.
Pero la depresión infantil también puede responder a otros motivos, como:
Estar sometidos a un estilo educativo excesivamente estricto.
La pérdida de alguno de los progenitores –por fallecimiento o divorcio–.
Padres muy perfeccionistas.
Problemas físicos.
Dificultades en la interacción con otros niños o conductas agresivas de éstos hacia ellos (por ejemplo bullying).
Por otro lado, las explicaciones que da el niño a lo que le ocurre son fundamentales a la hora de hablar de los factores determinantes de este trastorno. Así por ejemplo, un niño que considera que lo que le ocurre no depende de él entra en un bucle de indefensión que probablemente le conduzca a la tristeza y desesperanza.
Como es de imaginar, las consecuencias de la depresión no se harán esperar. La repercusión de los síntomas de la depresión se apreciará enseguida en el área escolar debido al bajo rendimiento académico del afectado. Por otro lado, las relaciones sociales y familiares de los pequeños se verán alteradas por su inestabilidad emocional y su posible tendencia al aislamiento. Todo ello desemboca en un retraso en el desarrollo intelectual y social del menor.
Consejos para padres con hijos con depresión infantil
En el hogar es muy importante que los padres muestren un cariño incondicional hacia su hijo, y respeto hacia sus preferencias e intereses, dejando de lado estilos educativos rígidos y autoritarios que desatienden los sentimientos de los pequeños.
El ambiente familiar debe favorecer la adecuada expresión emocional, con el fin de permitir a los niños que desahoguen sus emociones. Para ello los padres deben hablar con sus hijos de sus propios sentimientos y preguntarles cómo se sienten ellos.
Los padres, además, nunca deberían cansarse de decir a sus hijos cuánto les quieren, y al mismo tiempo es bueno que les faciliten jugar con otros críos y que fomenten sus relaciones sociales con grupos de su misma edad.
27 agosto 2014
Síndrome de Reye afecta a niños de entre 2 y 12 años
Posted By: Rocío Anza - 12:41 p.m.
El síndrome de Reye es una enfermedad descrita por primera vez a principios de los años 60 en 21 niños australianos. Consistía en una encefalopatía rápidamente progresiva con insuficiencia hepática. Es decir, es un fallo simultáneo del hígado y una alteración cerebral que progresa rápidamente a convulsiones y a coma. Se trata de una alteración de las mitocondrias, que son regiones del interior de las células encargadas del metabolismo. En concreto se encargan de la fabricación de energía a partir de los azúcares. La enfermedad de Reye es una enfermedad frecuentemente letal, que afecta fundamentalmente a niños de entre 2 y 12 años de edad.
El síndrome de Reye y su relación con la aspirina
En su descripción, los autores no hicieron referencia alguna a la relación con la aspirina. Desde los primeros casos se especuló con una posible relación con enfermedades víricas como la gripe y la varicela. En el año 1980, en EE.UU. se relacionaron los casos de síndrome de Reye con la ingesta de aspirina por parte de los enfermos, pues hasta el 94% de los pacientes habían tomado este fármaco tan conocido, y el cuadro recordaba a la intoxicación por salicilatos. En consecuencia, se recomendó evitar el ácido acetilsalicílico en los niños en EE.UU., recomendación que pronto se extendió a todo el mundo.
Causas del síndrome de Reye
La teoría sobre las causas del síndrome de Reye es que el cuerpo responde de una manera anormal a algunas infecciones como la gripe o la varicela, dañando sus propias mitocondrias; en especial en el hígado y en el cerebro. Las mitocondrias son una parte de la célula encargada de crear energía a través de la glucosa. Una de las razones que hace este síndrome tan temido es que los niños afectados por el Reye son críos en principio previamente sanos. No obstante, hay datos que sugieren que podrían ser niños con trastornos metabólicos subclínicos que, ante un estímulo determinado como una infección, podrían desequilibrarse desencadenando el síndrome de Reye.
En niños con factores de riesgo para padecer síndrome de Reye, tal vez la aspirina u otros fármacos (metoclopramida, zidovudina, ácido valproico, antieméticos) podrían potenciar este daño. La hipoglucemia por la lesión hepática y el aumento de tóxicos no depurados por el hígado harían progresar el problema.
En el síndrome de Reye hay, sin duda, factores relacionados con el metabolismo. Algunas enfermedades como los defectos de la oxidación de los ácidos grasos pueden presentarse exactamente con los mismos síntomas que un síndrome de Reye, por lo que se cree que un porcentaje de niños diagnosticados de Reye podrían tener en realidad una enfermedad del metabolismo intermediario, como los defectos de la oxidación de los ácidos grasos, déficit de carnitina, o el déficit de la deshidrogenasa de la acil-coenzima A.
Tratamiento del síndrome de Reye
El tratamiento del síndrome de Reye es de soporte, generalmente en cuidados intensivos. Ante la sospecha de este síndrome en un niño se suelen administrar fármacos que ayuden al metabolismo intermediario, como las carnitinas. Además, se intenta disminuir el edema cerebral del afectado con medidas posturales, sueros hipertónicos y diuréticos.
Dentro del tratamiento del síndrome de Reye también puede ser necesaria la administración de ventilación mecánica, diálisis, anticonvulsivantes y dietas especiales.
Algunos niños pueden sobrevivir sin secuelas, pero lo habitual es que el Reye genere complicaciones con daño cerebral prolongado y crisis epilépticas.
Algunas enfermedades como el síndrome de Reye o las metabolopatías tipo Reye pueden precisar un trasplante hepático de emergencia, lo que mejora la supervivencia, pero convierte la enfermedad en un trastorno crónico. Son niños que precisan tratamiento inmunosupresor durante toda la vida para evitar el rechazo del hígado implantado.
Prevención del síndrome de Reye
La forma de evitar el síndrome de Reye, hasta donde se conoce actualmente, consiste en no usar aspirina para tratar la fiebre en los niños pequeños, sino utilizar en su lugar ibuprofeno, paracetamol o metamizol.
Si por alguna razón el niño debe tomar aspirina, debe vacunarse frente a la gripe y la varicela para disminuir las posibilidades de tener un síndrome de Reye.
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